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MIERCOLES 24 DE SEPTIEMBRE DE 2008
INFIERNO EN LA TORRE CODELCO 2
Fue aproximadamente a las 2.30 horas cuando se desató la alarma que motivó la concurrencia de todas las compañías del Cuerpo de Bomberos de la capital regional, además de carabineros del cuadrante 2 de la Tercera Comisaría y el Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU), comenzando así las horas de angustia que aún mantienen impactados a los vecinos del sector.
TRAGEDIA
Estos vieron abruptamente alterado su descanso cuando grandes llamas surgieron en el piso 11, específicamente en el departamento 1103 del edificio ubicado en Avenida Séptimo de Línea 3480.
Allí residían Carlos Adilio Olmedo Iriarte, de 87 años, y su esposa Elba Yolanda Malla Pizarro, de 82, quienes se convirtieron en las víctimas fatales de la emergencia debido a las limitaciones físicas propias de su avanzada edad.
Distinta suerte corrió su nieta Tatiana Katiuska Escobar Romero, de 37 años, su esposo Miguel Alberto Aravena Ramírez, de 33, y su hijito de 1 año 5 meses, Lucas Aravena Escobar.
La mujer resultó con el 3 % de su cuerpo quemado, en cara, mano y brazo derecho. Además, sufrió la quemadura de sus vías aéreas, situación que la mantiene internada con diagnóstico grave. Por decisión de su familia, fue trasladada desde el Hospital Regional "Dr. Leonardo Guzmán" a la Clínica La Portada.
Su marido tuvo una quemadura facial leve y fue dado de alta, al igual que su hijo, a quien le fue constatada una contusión frontal, herida contusa superficial frontal izquierda y aspiración de humo, también de carácter leve.
En el recinto asistencial también fueron atendidos la mujer de 73 años de iniciales M.C.D. , que sufrió una crisis ansiosa leve; G.C.C. (76), asma bronquial activada por aspiración de humo, leve; T. E. R., mujer de 37 años, quemadura facial leve; y M. R. R., abuelito de 81 años, quien resultó ileso. Todos ellos fueron derivados a su domicilio.
FALLA
Peritos de Bomberos investigan las causas del trágico incendio, sin embargo en forma preliminar se maneja como presunta causa del hecho una falla de tipo eléctrica.
Según estimaciones, el inmueble siniestrado tendría al parecer en el switch automático una especie de by pass o arreglo casero, que no habría detectado un sobrecalentamiento.
El fuego envolvió rápidamente el inmueble y dejó sin opciones a la pareja. El cuerpo de Carlos Olmedo fue encontrado en el living, mientras que el de Elba Malla estaba junto a la puerta principal.
Su nieta, esposo e hijo pudieron ser rescatados de entre las llamas que redujeron a sólo cenizas y escombros el departamento, causando pérdidas totales de enseres también en los inmuebles 1203 y 1303.
Horas más tarde, ya con luz de día, el edificio exhibía una gran marca de la acción del fuego desde el piso 11 hasta el 17, por su costado nororiente, lo que evidencia la magnitud del dramático hecho. En horas de la mañana, y mientras los residentes de los pisos afectados y sus vecinos estaban abocados a la dura tarea de remoción de escombros y limpieza, voluntarios de Bomberos seguían trabajando en el inmueble donde se desató la tragedia.
También llegó personal de la Policía de Investigaciones, al mando de su jefe regional, prefecto Juan Francisco Baeza, que a través de su Brigada de Homicidios (BH) y Laboratorio de Criminalística (Lacrim) fijaron las especies y el lugar, principalmente detalles de tipo eléctrico.
Bomberos
Pedro Castillo Aguirre, contesta el teléfono con el cansancio propio de un voluntario que trabajó durante toda la noche. Pero su voz delata además otro sentimiento. La rabia de un bombero que, como todos los que visten el uniforme, sufre con la desgracia del prójimo.
Es que los bomberos sí son servidores públicos, que mayormente capacitados, logran tener conciencia real del riesgo y del fuego, que finalmente termina destrozándolo todo. Y prueba de ello es el terrible estado en que quedó el 1103 de la Torre 2 de la Villa Codelco.
Al interior no quedan murallas, ni separaciones que hagan pensar que alguna vez existió un hogar. Entre el pasillo y el muro exterior, sólo se podía ver ayer, fierros retorcidos y escombros humeantes.
Todo mal
Castillo es claro en determinar cuál fue el escenario con que se encontraron los voluntarios y los vecinos de la Torre. Ningún sistema de seguridad funcionó. Dramático pero cierto, no había red seca, no había extintores, no había detectores de humo, no había sistemas de corte de electricidad, ni sistemas de corte de gas. La red seca estaba totalmente desecha, ya que a treinta años de haberse inaugurado este edificio, la vida útil del sistema, sin mantenciones y sin posibilidades de ser cambiada, sólo esperaba la desgracia.
Si los vecinos de los pisos adyacentes hubiesen activado una alarma central, muchos de los enseres de los pisos inmediatamente superiores al 1103 se hubiesen salvado, pero jamás, en este edificio, ha habido una alarma contra incendio, algo que en las edificaciones actuales es norma.
Ley del mono
Pero si la falta de sistemas de seguridad del edificio es un problema grave, hay otro, mucho más complejo, que ayer también le pasó la cuenta a bomberos: Las edificaciones irregulares.
Comúnmente llamadas "Ley del Mono", los vecinos, la mayoría de las veces, amplían sus casas sin ningún tipo de estudios normativos. Así, en el incendio de ayer, varios de los pasajes quedaron completamente tapados, negando el acceso a los carrosbombas, en minutos que pudieron ser vitales para la familia.
Al final, un cúmulo de hechos que no hizo sino, crear el ambiente adecuado para una tragedia que terminó con la vida de Carlos Olmedo Iriarte y Elba Malla Pizarro, pero que bien pudo haber sido el epílogo dramático de decenas de familias.
Para Pedro Castillo, la tragedia, aún viva en los habitantes de la Torre Codelco 2, "es una advertencia real, acerca de las graves deficiencias en que incurren las empresas constructoras y por sobre todo los organismos a cargo de la recepción de las obras, que al finalmente exponen a los vecinos a desgracias fatales, como la de ayer. Sin embargo, y como en casi todo, nadie hará nada y más temprano que tarde, esta tragedia tendrá un segundo capítulo.
FUENTE:www.estrellanorte.cl